Borde Costero Rocoso
- Ecoculture
- 27 mar
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El Borde Costero Rocoso de San Andrés Isla es uno de los paisajes más impactantes y menos intervenidos del archipiélago. Se extiende a lo largo de varias zonas del litoral oriental y noroccidental de la isla, donde el mar Caribe rompe con fuerza sobre formaciones de roca coralina antigua, creando un espectáculo natural de espuma, sonido y color.

Este ecosistema está formado por rocas calcáreas de origen coralino, erosionadas a lo largo de miles de años por el viento y el oleaje. A diferencia de las playas de arena blanca que caracterizan otros sectores de San Andrés, aquí el terreno es más abrupto y dramático, con acantilados bajos, salientes rocosos y pozas naturales que se llenan con el agua del mar.
Biodiversidad y función ecológica:
Las pozas intermareales entre las rocas albergan pequeños peces, moluscos, algas marinas, erizos y crustáceos, creando microhábitats de gran valor ecológico.
Este borde funciona como una barrera natural contra la erosión costera, ayudando a proteger el interior de la isla frente a tormentas y oleajes extremos.
En sus grietas y fisuras crecen plantas resistentes a la salinidad y al sol, como algunas especies de cactus y vegetación costera adaptada.
Valor turístico y cultural:
El borde rocoso es ideal para el senderismo ecológico, la contemplación paisajística y la fotografía de naturaleza. También es un lugar clave para la interpretación ambiental, ya que muestra la interacción constante entre mar, roca y vida, y la fuerza de la naturaleza en su estado más puro.
En algunos sectores como La Piscinita o el West View, estas formaciones se convierten en sitios turísticos donde los visitantes pueden practicar snorkel, lanzarse al agua desde las rocas o simplemente disfrutar de la vista del mar Caribe en todo su esplendor.
El Borde Costero Rocoso de San Andrés es un ecosistema imponente y lleno de vida, donde la naturaleza se muestra sin filtros y el turismo responsable encuentra una oportunidad para descubrir, aprender y conservar.
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